Hace ya un tiempo que me introduzco tanto verduras, legumbres o como en este caso tubérculos en la repostería, y la verdad es que me encanta por muchas razones. En primer lugar por la textura húmeda que aporta, súper jugosa, en segundo lugar, porque para alergias o intolerancias al gluten, huevo o lácteos, suelen ser una gran alternativa más barata a productos especiales para ellos, y en tercer lugar, porque aportan muchos más nutrientes y son más completos que si usas harinas refinadas.
En definitiva, para mi son todo ventajas, y si no sabes de qué están hechas, al probarlas jamás adivinarías de qué están hechas.
A la vista está, que la textura es increíble y si lo acompañas como yo, con un topping de crema de almendras, o con Nutella casera, es la merienda o el desayuno perfecto, así que te animo a hacerlas, y a enviarme fotos por RRSS para que vea que efectivamente se puede hacer una repostería deliciosa, pero como nunca.