La más irresistible cheesecake de chocolate blanco, sin hornear y super fácil de hacer. No podía faltar esta versión en mi recetario. Hemos quedado prendados de su textura mousse que se deshace en la bosa y su sabor inconfundible a queso y chocolate blanco. Un postre perfecto para triunfar en tu próximo cumpleaños o reunión de amigos. Esta versión es totalmente extrapolable al chocolate negro, pero debes tener en cuenta que el sabor no será el mismo.
Para decorarla puedes dejar volar tu imaginación. Como estamos en temporada de cerezas, le puse unas pocas por encima, junto con unos hilitos de chocolate blanco.
Como siempre, si haces esta receta no olvides etiquetarme en tus stories para que pueda verla.