El mayor clásico aperitivo o tapa española. Cada maestrillo tiene su librillo, y en esto de las bravas, dependiendo de dónde las pidas, son de una manera o de otra. Me he topado con muchísimas versiones de este clásico infalible. Sobre todo dependiendo de qué punto de España las cates.
Luego está el nivel de picor que cada uno pueda soportar. He probado algunas que literalmente puedes echar fuego con ellas, y otras que apenas notas el sabor a brava. A mi me gusta quedarme en un término medio. Pero ahí cada cual es libre y conoce su nivel de resistencia al picor.
Mi versión de bravas es un mix de varias recetas y con la que más identificada me sentía. No son las convencionales, empezando porque uso patatas de guarnición, y las he cocinado al vapor para evitar consumir demasiada aceite. Eso sí, el golpe de sartén final para que queden doradas ¡es fundamental! Peor te lo explico todo mucho mejor en la receta 🙂