Estas galletas son una auténtica locura… de avellanas con relleno de chocolate y que aunque no llevan caramelo, el sabor de la mantequilla junto con la panela le da una sabor dulce y delicado a caramelo.
Son crujientes y dejan ver sin pudor su relleno rebosante del chocolate por los poros de la galleta… una locura que se convierte en un empezar y no poder parar de comer hasta el final.
Añade las avellanas en un procesador de alimentos y pica hasta que queden bien molidas, pero sin que llegue a soltar el aceite o se convertirá en mantequilla.
En un cazo al fuego, añade la mantequilla y derrite.
Añade la panela, la harina y la sal. Mueve hasta que se incorpore bien.
Pon ahora las avellanas molidas y la leche. Mezcla hasta que espese un poco.
Retira del fuego y deja enfriar hasta que la masa endurezca un poco y sea manejable.
Mientras pon el horno a precalentar a 180º.
Cubre una bandeja de horno con papel vegetal.
Coge con las manos bolitas de la masa ya enfriada. Procura que sean del mismo tamaño. ( del tamaño de una canica)
Ponlas en la bandeja sobre el papel vegetal bien repartidas, ya que se expanden mucho al hornearlas.
Hornea durante 5 minutos.
Sácalas del horno y deja enfriar por completo hasta que endurezcan. Recién que salen del horno aún están tiernas.
Tendrás que hacer varias hornadas o poner 2 bandejas a diferente altura en el horno.
Una vez frías, rellena de chocolate fundido y cubre con otra de su mismo tamaño, o con crema de cacao tipo nutella (mejor si es casera)
Presiona ligeramente para que el chocolate salga por los poros de la galleta.